EL ESPÍRITU DE LAS LEYES
Autor: Charles Louis de
Secondat – Barón de Montesquieu
Formato:15×23
Edición: 1ª Edición,
diciembre de 2022
ISBN: 978-956-6072-97-3
Paginas: 536
Descripción
En El espíritu de las
Leyes, Montesquieu elaboró una teoría sociológica del gobierno y del derecho,
mostrando que la estructura de ambos depende de las condiciones en las que vive
cada pueblo: en consecuencia, para crear un sistema político estable había que
tener en cuenta el desarrollo económico del país, sus costumbres y tradiciones,
e incluso los determinantes geográficos y climáticos.
De los diversos modelos
políticos que definió, Montesquieu asimiló la Francia de Luis XV (una vez
eliminados los parlamentos) al despotismo, que descansaba sobre el temor de los
súbditos; alabó en cambio la república, edificada sobre la virtud cívica del
pueblo, que Montesquieu identificaba con una imagen idealizada de la Roma
republicana.
Equidistante de ambas,
definió la monarquía como un régimen en el que también era posible la libertad,
pero no como resultado de una virtud ciudadana difícilmente alcanzable, sino de
la división de poderes y de la existencia de poderes intermedios -como el clero
y la nobleza- que limitaran las ambiciones del príncipe. Fue ese modelo, que
identificó con el de Inglaterra, el que Montesquieu deseó aplicar en Francia,
por entenderlo adecuado a sus circunstancias nacionales. La clave del mismo
sería la división de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial,
estableciendo entre ellos un sistema de equilibrios que impidiera que ninguno
pudiera degenerar hacia el despotismo.
Desde que la Constitución
de los Estados Unidos plasmó por escrito tales principios, la obra de
Montesquieu ejerció una influencia decisiva sobre los liberales que
protagonizaron la Revolución francesa de 1789 y la posterior construcción de
regímenes constitucionales en toda Europa, convirtiéndose la separación de poderes
en un dogma del derecho constitucional que ha llegado hasta nuestros días.
Junto a este componente
innovador, no puede olvidarse el carácter conservador de la monarquía limitada
que proponía Montesquieu, en la que procuró salvaguardar el declinante poder de
los grupos privilegiados (como la nobleza, a la que él mismo pertenecía),
aconsejando, por ejemplo, su representación exclusiva en una de las dos cámaras
del Parlamento. Pese a ello, debe considerarse a Montesquieu como un eslabón
clave en la fundamentación de la democracia y la filosofía política moderna,
cuyo nacimiento cabe situar en los Dos ensayos sobre el gobierno civil (1690)
de John Locke y que, después de Montesquieu, hallaría su más acabada expresión
en El contrato social (1762) de Jean-Jacques Rousseau